Analizador de redes portátil: en qué casos se emplea

Los analizadores de redes son cruciales para medir diversas variables de una red, y también para comprobar su estado. Con este tipo de dispositivos se pueden desde detectar y evitar fallos de corriente antes de que se produzcan hasta problemas de tensión. Y por supuesto, anomalías y problemas eléctricos de diversos tipos. Los hay de varios tipos, y de ellos, uno de los más útiles, sobre todo para los profesionales es un analizador de redes portátil.[su_expand more_text=»Leer más» less_text=»Leer menos» height=»0″]

Estos dispositivos incorporan todas las funciones de un analizador de redes convencional. Además, cuentan con una pantalla, generalmente a color, en la que aparecen las mediciones realizadas. Generalmente, está integrado en una carcasa protegida y reforzada. De esta manera puede soportar tanto determinados golpes como la acción de los elementos. Se utilizan bastante en la comprobación del estado de los contadores de la luz.

Analizador de redes portátil: qué medir con él y como funciona

Al igual que otros analizadores, un analizador de redes portátiles debe conectarse a la red eléctrica para poder funcionar. Una vez hecho esto, se puede comenzar a analizar las propiedades de la misma. Eso sí, solo algunas concretas. Sobre todo, las relacionadas con la transmisión y la reflexión de las señales eléctricas. Es decir, sus parámetros de dispersión.

En concreto, un analizador de redes portátil se puede ocupar de valorar la calidad del sistema de potencia. Así como los datos de este tipo de sistemas, y sus armónicos. También puede medir la tensión del sistema, su potencia, la corriente que consume, etc. La mayoría cuenta con memoria interna.  Permite que este tipo de aparatos almacenen los resultados obtenidos y tengan todos guardados en un mismo sitio. Sin necesidad de acudir a aparatos ajenos al sistema, ni tener que anotar información en papel.

Los analizadores portátiles que cuentan con esta opción se pueden utilizar para almacenar un histórico de información de una red determinada, y acceder así a un histórico de la misma cuando resulte necesario.

Opciones de almacenamiento y conectividad

La memoria interna que llevan estos aparatos suele ser en realidad una tarjeta integrada en el equipo, con varios Gigabytes de capacidad. Generalmente, las mediciones que almacena no ocupan mucho espacio, por lo que aunque estas tarjetas no cuenten con mucho espacio, es suficiente para que almacenen una buena cantidad de datos.

Los modelos más avanzados suelen contar con un puerto Ethernet, de manera que se puedan conectar a un ordenador y ajustar su configuración y programación según las necesidades de las redes a analizar. También de quien lo va a manejar. En ocasiones también suelen integrar un puerto USB. A través de él, conectándole una memoria USB externa, se pueden guardar en ella tanto datos como distintos tipos de archivos que pueda generar el analizador de redes portátil y transportarlos y moverlos a otros dispositivos que permitan su visualización y almacenamiento con facilidad.

Generalmente, su alimentación se realiza a través de una batería integrada, que le proporciona varias horas de autonomía y que se recarga conectando el equipo a la red eléctrica.

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